Tecnologías que pueden transformar el uso industrial de la energía

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GráficoEl mundo está creciendo en población y riqueza, y se espera con ello un aumento del 25 % en consumo de energía global de aquí a 2030, al mismo tiempo que la humanidad se enfrenta a los retos del Cambio Climático y del acceso universal de forma cada vez más seria.

Hacen falta pues tecnologías y modelos que transformen la manera en la que consumimos energía, de forma que logremos satisfacer nuestras necesidades de forma sostenible, inclusiva y dentro de los límites del planeta.

La consultora McKinsey&Company ha publicado un informe centrado en 33 innovaciones que transformarán la manera en la que las empresas usan la energía.

Para estas, los gastos en energía son una parte muy importante de los costes variables de las empresas, y las variaciones de precio hacen difícil para las empresas apostar por una estrategia energética estable.

McKinsey en primer lugar defiende que para hacer frente a esta problemática una primera aproximación es aplicar medidas de eficiencia energética, solución que incluso con precios energéticos bajos (como los que se han dado con la última caída del precio del petróleo) valen la pena ya que ofrecen protección contra fluctuaciones.

En su estudio defienden que estas medidas pueden reducir el consumo energético de las empresas en un 50% o más, mientras que otras tecnologías o procesos de mejora operacional típicamente reducen el coste energético un 10%-20%.

El informe divide las 33 innovaciones entre sectores. La mayoría de estas innovaciones ya están disponibles, y el reto es que las compañías las descubran y elijan cuáles usar, cómo ponerlas en práctica y cómo hacer que sigan usándose año tras año.

Para ello, McKinsey propone a las empresas tener en cuenta cinco principios clave:

  • Pensar “lean”: la consultora defiende que el Green Thinking y el Lean Thinking (a grandes rasgos, mejorar la eficiencia eliminando “desperdicios” ) están basados en los mismos principios y son completamente complementarios.
  • Pensar en los límites: se propone usar el concepto de límites teóricos (un análisis que identifica la menor cantidad de energía necesaria para realizar un proceso) para definir objetivos realistas pero ambiciosos.
  • Pensar en el beneficio por hora: se anima a las empresas a revisar su ecuación coste-beneficio a la hora de hacer cambios, teniendo en cuenta los aspectos energéticos y medioambientales (que se interrelacionan con todos los demás aspectos productivos y económicos).
  • Pensar de forma holística: Realizar un cambio y hacerlo sostenible no es sólo un asunto técnico: implica cambios de mentalidad, de comportamiento, y de gestión a lo largo de toda la organización.
  • Pensar de forma circular: Considerar el producto como una futura fuente capaz de ser usada repetidamente, cambiando del esquema lineal de la cadena de suministro a uno circular.

A lo largo del mundo, y a través de todos los sectores, usar la energía de forma más eficiente y sostenible debería ser un imperativo estratégico. La oportunidad para hacerlo mejor está ahí, sólo falta que las empresas la aprovechen.