El pasado 25 de enero tuvo lugar la presentación del Aula ACCIONA Microenergía de Innovación para el Acceso a los Servicios Básicos, creada por la Fundación ACCIONA Microenergía y la Universidad Politécnica de Madrid, a través del itdUPM.
Creada con el fin de fomentar la formación, investigación y transferencia de conocimiento en el área de la innovación tecnológica y organizativa para el acceso a servicios básicos de las poblaciones más vulnerables, esta aula consolida la estrecha y larga relación entre las dos organizaciones, donde cabe destacar la participación de la Fundación en la Alianza Shire.
LA EMPRESA SOCIAL EN EL ACCESO A ENERGÍA
Este primer evento del Aula giró en torno al tema del emprendimiento social en el acceso a energía.
La presentación corrió a cargo de María José Manjón, abogada internacional especializada en energías renovables, que recientemente presentó su Trabajo Fin de Máster en la UNED, en el que estudia la profesionalización del modelo de negocio de la empresa social como mecanismo complementario al modelo actual de la cooperación española para garantizar el acceso a la energía de la población en la base de la pirámide. (Ver publicación en PDF)
Aunque el objetivo de la empresa social no se centra en generar beneficio sino impacto social, aplicar las herramientas de la empresa tradicional puede contribuir a garantizar su sostenibilidad. No obstante, la estrategia deberá plantearse a largo plazo y los precios deberán ajustarse a las capacidades de pago de población con escasos recursos.
ALGUNOS EJEMPLOS
María José Manjón presentó tres ejemplos de empresas sociales de acceso a energía:
Pamoja Cleantech (Uganda)
Mediante un sistema de subvención cruzada, las empresas de telecomunicaciones que requieren de energía para sus antenas asumen el pago de la misma para las comunidades aledañas.
M-Kopa Solar (Kenia)
Servicio prepago de energía mediante teléfono móvil con el sistema M-PESA.
Husk Power Systems (India)
Producción de energía mediante cáscaras de arroz que garantiza la provisión de electricidad de hogares y negocios durante 6-8 horas al día por menos de $2 al mes.
El debate posterior estuvo moderado por Julio Eisman, de la Fundación Acciona Microenergía, y trató de responder a las siguientes preguntas: ¿La empresa social es la solución para el acceso universal a la energía? ¿Cuál es el papel de los distintos actores? ¿Qué papel debe tener el Estado?
El diálogo dejó entrever la preocupación generalizada por la medición del impacto en este tipo de proyectos.