¿Cómo aumentar la aportación de electricidad renovable al sistema energético ibérico?

¿Cómo aumentar la aportación de electricidad renovable al sistema energético ibérico?

El pasado 17 de enero conversamos con Francisco Ferreira, profesor asociado de la Facultad de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Nova de Lisboa e investigador del CENSE – Centro de Investigación en Medio Ambiente y Sostenibilidad. El encuentro representó el primer Diálogo (im)probable del 2024 y se abordaron diferentes dificultades y desafíos que tendrá la aportación de más electricidad renovable al sistema energético ibérico.

¿Cómo fue la sesión?

Ferreira comenzó destacando las similitudes entre España y Portugal en la producción y precios de la energía, presentando datos que revelan el extraordinario año 2023 para Portugal, con un 71% de producción de energía proveniente de fuentes renovables.

Explicó también que las ambiciones para 2030 son elevadas, con énfasis en inversiones privadas, aumento en el consumo de energía renovable, y mayor producción solar y eólica. Sin embargo, señaló tres problemas: la red eléctrica no está preparada; el despliegue de la infraestructura se enfrenta a obstáculos puestos por la ciudadanía; y, finalmente, nuevas corrientes como el hidrógeno verde plantean bastante interrogantes.

Francisco Ferreira enfatizó también la importancia de la eficiencia en la toma de decisiones, incluyendo el uso y exploración del hidrógeno verde.

La prioridad debería ser la electrificación, dijo, pero seleccionar bien las ubicaciones para plantas de producción energética es crucial. Actualmente, desde Facultad de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Nova de Lisboa y la sociedad civil, se está impulsando un proyecto para estudiar la viabilidad de instalaciones eólicas y solares, considerando restricciones y sostenibilidad. El estudio arrojó que solo el 3% del territorio portugués es seleccionable para instalación de plantas de energía solar y sería suficiente para satisfacer las necesidades energéticas del país luso.

Ferreira concluyó reflexionando sobre la urgencia de reducir emisiones de carbono, instando a un enfoque cuidadoso. Subrayó la importancia de decisiones consensuadas y objetivas entre los países ibéricos, reconociendo el papel del gobierno, la sociedad civil y las empresas privadas en esta transición.

“Para avanzar, es fundamental proceder con cuidado. No buscamos generar problemas para el futuro; deseamos progresar, pero es esencial tener en cuenta todos los factores para garantizar una transición exitosa sin la necesidad de correcciones en los próximos años. Establecer límites que sean ampliamente consensuados y objetivos se convierte en un elemento crucial en este proceso”, puntualizó Francisco Ferreira.

El pasado 17 de enero conversamos con Francisco Ferreira, profesor asociado de la Facultad de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Nova de Lisboa e investigador del CENSE – Centro de Investigación en Medio Ambiente y Sostenibilidad. El encuentro representó el primer Diálogo (im)probable del 2024 y se abordaron diferentes dificultades y desafíos que tendrá la aportación de más electricidad renovable al sistema energético ibérico.

¿Cómo fue la sesión?

Ferreira comenzó destacando las similitudes entre España y Portugal en la producción y precios de la energía, presentando datos que revelan el extraordinario año 2023 para Portugal, con un 71% de producción de energía proveniente de fuentes renovables.

Explicó también que las ambiciones para 2030 son elevadas, con énfasis en inversiones privadas, aumento en el consumo de energía renovable, y mayor producción solar y eólica. Sin embargo, señaló tres problemas: la red eléctrica no está preparada; el despliegue de la infraestructura se enfrenta a obstáculos puestos por la ciudadanía; y, finalmente, nuevas corrientes como el hidrógeno verde plantean bastante interrogantes.

Francisco Ferreira enfatizó también la importancia de la eficiencia en la toma de decisiones, incluyendo el uso y exploración del hidrógeno verde.

La prioridad debería ser la electrificación, dijo, pero seleccionar bien las ubicaciones para plantas de producción energética es crucial. Actualmente, desde Facultad de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Nova de Lisboa y la sociedad civil, se está impulsando un proyecto para estudiar la viabilidad de instalaciones eólicas y solares, considerando restricciones y sostenibilidad. El estudio arrojó que solo el 3% del territorio portugués es seleccionable para instalación de plantas de energía solar y sería suficiente para satisfacer las necesidades energéticas del país luso.

Ferreira concluyó reflexionando sobre la urgencia de reducir emisiones de carbono, instando a un enfoque cuidadoso. Subrayó la importancia de decisiones consensuadas y objetivas entre los países ibéricos, reconociendo el papel del gobierno, la sociedad civil y las empresas privadas en esta transición.

“Para avanzar, es fundamental proceder con cuidado. No buscamos generar problemas para el futuro; deseamos progresar, pero es esencial tener en cuenta todos los factores para garantizar una transición exitosa sin la necesidad de correcciones en los próximos años. Establecer límites que sean ampliamente consensuados y objetivos se convierte en un elemento crucial en este proceso”, puntualizó Francisco Ferreira.