En su intervención Gabriel Barroso, ingeniero de Airbus, declaró: “Todos estamos hablando de lo mismo: alianzas y colaboración”.
Tras señalar que existe una tendencia global a involucrar a todos los actores del sector aeronáutico, Gabriel recordó que en este sector existen cuestiones técnicas y normativas que hacen que avanzar no sea tan rápido como en transporte terrestre o naval, por lo que un nuevo salto hacia la inclusión debe hacerse de forma armonizada en toda la cadena de valor.
En compañías como Airbus –explicó- se están diseñando soluciones como lavabos accesibles, airportainers o cabinas accesibles, y parte del reto es garantizar la seguridad (valor prioritario en el sector) a la vez que se persigue la sostenibilidad de la solución y la viabilidad técnica.
Finalmente, Santiago Ruiz, de Fundación ONCE, dando el punto de vista de los pasajeros con discapacidad, destacó que “necesitamos esfuerzo conjunto de todos los grupos de interés involucrados: Gobierno, fabricantes y proveedores, pasajeros, personas con discapacidad, agencias de viaje, aerolíneas, aeropuertos, servicio PMR, personal de tierra y control aéreo”.
En esta misma línea, una de las invitadas, Reva Portillo (de Ilunion Hoteles) remarcó que “el objetivo no debe ser accesibilidad sino inclusión, lo que implica colaboración desde la misma fase de diseño: si diseñamos servicios de forma inclusiva desde el principio, no habrá que hacer adaptaciones”.
Varias y muy enriquecedoras fueron las ideas que aportaron las intervenciones de los demás participantes en el diálogo. Por ejemplo, existe ya un sello Dis-friendly, creado por Envera, que las compañías aéreas pueden solicitar, y que es bastante exigente y riguroso; del mismo modo, realizar auditorías hechas por personas con discapacidad cognitiva es una gran oportunidad porque permitiría mejorar cada paso del proceso de compra y realización del viaje, como sugirieron desde el Centro Español de Accesibilidad Cognitiva; o, dado que muchas personas con discapacidad viajan con acompañante y necesitan equipajes especiales, se podría crear una tarifa adaptada; finalmente, también se propuso estandarizar el proceso de recogida de datos de los pasajeros con discapacidad para evitar que deban rellenar muchas veces formularios por cada paso del viaje.
Dos claves que sin duda compartieron todos los participantes para avanzar de forma armonizada fueron: aumentar la colaboración entre actores de la cadena de valor de la aviación; y validar con los usuarios, para que nada que se haga para las personas con discapacidad sea sin contar con las personas con discapacidad.