Accesibilidad en el transporte aéreo: desafíos y oportunidades

Accesibilidad en el transporte aéreo: desafíos y oportunidades

El pasado 28 de mayo, en el marco de la Cátedra Iberia-UPM, participamos en un diálogo (im)probable en el que reflexionamos acerca de cómo mejorar la accesibilidad del transporte aéreo. El encuentro, que tuvo lugar en el recién abierto Espacio Iberia, contó con una amplia diversidad de participantes que representaban a toda la cadena de valor de la aviación: personas usuarias (con diferentes tipos de discapacidad), fabricantes de aviones, aerolíneas y aeropuertos, y hasta representantes del sector hotelero..

Así fue el diálogo

Moderado por Ainhoa Serrano, manager de Impacto Social de Iberia, y Xavier Mascarell, manager de Estrategia de Accesibilidad para los Clientes de British Airways, el diálogo se abrió con las intervenciones de Manuel Vinagre, director de Servicios Externos de AENA; Gabriel Barroso, ingeniero técnico industrial de Airbus; y Santiago Ruiz, técnico de la dirección de Accesibilidad Universal de Fundación ONCE.

Manuel Vinagre comenzó destacando un dato relevante: el 16% de la población mundial tiene alguna discapacidad, y con el aumento generalizado de la esperanza de vida, se prevé que la cifra aumente en el futuro. Explicó que AENA dispone de un servicio sin barreras que los pasajeros con discapacidad pueden requerir, y señaló que tan solo en el primer trimestre de este año, el número de pasajeros aumentó en un 11% con respecto al año anterior, mientras el número de peticiones de servicio sin barreras se incrementó en un 18%, remarcando la importancia de avanzar en la accesibilidad del transporte aéreo.

Si gestionar el volumen de peticiones es uno de los retos, diseñar los servicios para la máxima autonomía posible de los pasajeros, en la medida que cada uno desee, es una de las mayores oportunidades. Para ello –dijo- “la colaboración con las compañías aéreas para mejorar el proceso de reserva de servicios sin barreras es esencial”.

Alianzas y colaboración: dos palabras clave

En su intervención Gabriel Barroso, ingeniero de Airbus, declaró: “Todos estamos hablando de lo mismo: alianzas y colaboración”.

Tras señalar que existe una tendencia global a involucrar a todos los actores del sector aeronáutico, Gabriel recordó que en este sector existen cuestiones técnicas y normativas que hacen que avanzar no sea tan rápido como en transporte terrestre o naval, por lo que un nuevo salto hacia la inclusión debe hacerse de forma armonizada en toda la cadena de valor.

En compañías como Airbus –explicó- se están diseñando soluciones como lavabos accesibles, airportainers o cabinas accesibles, y parte del reto es garantizar la seguridad (valor prioritario en el sector) a la vez que se persigue la sostenibilidad de la solución y la viabilidad técnica.

Finalmente, Santiago Ruiz, de Fundación ONCE, dando el punto de vista de los pasajeros con discapacidad, destacó que “necesitamos esfuerzo conjunto de todos los grupos de interés involucrados: Gobierno, fabricantes y proveedores, pasajeros, personas con discapacidad, agencias de viaje, aerolíneas, aeropuertos, servicio PMR, personal de tierra y control aéreo”.

En esta misma línea, una de las invitadas, Reva Portillo (de Ilunion Hoteles) remarcó que “el objetivo no debe ser accesibilidad sino inclusión, lo que implica colaboración desde la misma fase de diseño: si diseñamos servicios de forma inclusiva desde el principio, no habrá que hacer adaptaciones”.

Varias y muy enriquecedoras fueron las ideas que aportaron las intervenciones de los demás participantes en el diálogo. Por ejemplo, existe ya un sello Dis-friendly, creado por Envera, que las compañías aéreas pueden solicitar, y que es bastante exigente y riguroso; del mismo modo, realizar auditorías hechas por personas con discapacidad cognitiva es una gran oportunidad porque permitiría mejorar cada paso del proceso de compra y realización del viaje, como sugirieron desde el Centro Español de Accesibilidad Cognitiva; o, dado que muchas personas con discapacidad viajan con acompañante y necesitan equipajes especiales, se podría crear una tarifa adaptada; finalmente, también se propuso estandarizar el proceso de recogida de datos de los pasajeros con discapacidad para evitar que deban rellenar muchas veces formularios por cada paso del viaje.

Dos claves que sin duda compartieron todos los participantes para avanzar de forma armonizada fueron: aumentar la colaboración entre actores de la cadena de valor de la aviación; y validar con los usuarios, para que nada que se haga para las personas con discapacidad sea sin contar con las personas con discapacidad.

El pasado 28 de mayo, en el marco de la Cátedra Iberia-UPM, participamos en un diálogo (im)probable en el que reflexionamos acerca de cómo mejorar la accesibilidad del transporte aéreo.
El encuentro, que tuvo lugar en el recién abierto Espacio Iberia, contó con una amplia diversidad de participantes que representaban a toda la cadena de valor de la aviación: personas usuarias (con diferentes tipos de discapacidad), fabricantes de aviones, aerolíneas y aeropuertos, y hasta representantes del sector hotelero.
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Moderado por Ainhoa Serrano, manager de Impacto Social de Iberia, y Xavier Mascarell, manager de Estrategia de Accesibilidad para los Clientes de British Airways, el diálogo se abrió con las intervenciones de Manuel Vinagre, director de Servicios Externos de AENA; Gabriel Barroso, ingeniero técnico industrial de Airbus; y Santiago Ruiz, técnico de la dirección de Accesibilidad Universal de Fundación ONCE.

Manuel Vinagre comenzó destacando un dato relevante: el 16% de la población mundial tiene alguna discapacidad, y con el aumento generalizado de la esperanza de vida, se prevé que la cifra aumente en el futuro. Explicó que AENA dispone de un servicio sin barreras que los pasajeros con discapacidad pueden requerir, y señaló que tan solo en el primer trimestre de este año, el número de pasajeros aumentó en un 11% con respecto al año anterior, mientras el número de peticiones de servicio sin barreras se incrementó en un 18%, remarcando la importancia de avanzar en la accesibilidad del transporte aéreo.

Si gestionar el volumen de peticiones es uno de los retos, diseñar los servicios para la máxima autonomía posible de los pasajeros, en la medida que cada uno desee, es una de las mayores oportunidades. Para ello –dijo- “la colaboración con las compañías aéreas para mejorar el proceso de reserva de servicios sin barreras es esencial”.

Alianzas y colaboración: dos palabras clave

En su intervención Gabriel Barroso, ingeniero de Airbus, declaró: “Todos estamos hablando de lo mismo: alianzas y colaboración”.

Tras señalar que existe una tendencia global a involucrar a todos los actores del sector aeronáutico, Gabriel recordó que en este sector existen cuestiones técnicas y normativas que hacen que avanzar no sea tan rápido como en transporte terrestre o naval, por lo que un nuevo salto hacia la inclusión debe hacerse de forma armonizada en toda la cadena de valor.

En compañías como Airbus –explicó- se están diseñando soluciones como lavabos accesibles, airportainers o cabinas accesibles, y parte del reto es garantizar la seguridad (valor prioritario en el sector) a la vez que se persigue la sostenibilidad de la solución y la viabilidad técnica.

Finalmente, Santiago Ruiz, de Fundación ONCE, dando el punto de vista de los pasajeros con discapacidad, destacó que “necesitamos esfuerzo conjunto de todos los grupos de interés involucrados: Gobierno, fabricantes y proveedores, pasajeros, personas con discapacidad, agencias de viaje, aerolíneas, aeropuertos, servicio PMR, personal de tierra y control aéreo”.

En esta misma línea, una de las invitadas, Reva Portillo (de Ilunion Hoteles) remarcó que “el objetivo no debe ser accesibilidad sino inclusión, lo que implica colaboración desde la misma fase de diseño: si diseñamos servicios de forma inclusiva desde el principio, no habrá que hacer adaptaciones”.

Varias y muy enriquecedoras fueron las ideas que aportaron las intervenciones de los demás participantes en el diálogo. Por ejemplo, existe ya un sello Dis-friendly, creado por Envera, que las compañías aéreas pueden solicitar, y que es bastante exigente y riguroso; del mismo modo, realizar auditorías hechas por personas con discapacidad cognitiva es una gran oportunidad porque permitiría mejorar cada paso del proceso de compra y realización del viaje, como sugirieron desde el Centro Español de Accesibilidad Cognitiva; o, dado que muchas personas con discapacidad viajan con acompañante y necesitan equipajes especiales, se podría crear una tarifa adaptada; finalmente, también se propuso estandarizar el proceso de recogida de datos de los pasajeros con discapacidad para evitar que deban rellenar muchas veces formularios por cada paso del viaje.

Dos claves que sin duda compartieron todos los participantes para avanzar de forma armonizada fueron: aumentar la colaboración entre actores de la cadena de valor de la aviación; y validar con los usuarios, para que nada que se haga para las personas con discapacidad sea sin contar con las personas con discapacidad.