La conversación inició con un acto reflexivo por parte de los invitados, quienes ingresaron a la sala con un antifaz en sus ojos y fueron guiados hasta sus asientos. Raúl Sanchez pidió al público presente colocarse también un antifaz o cerrar los ojos por unos minutos. Y preguntó: “¿Seríamos capaces de volver a casa así? ¿Cómo sería nuestra vida si esto fuera lo que vemos siempre?”. «Ponerse en el lugar del otro a la hora de diseñar una política pública, una tecnología o un servicio es uno de los objetivos de la inversión de impacto», dijo Raúl Sánchez, y con eso abrió el diálogo con los otros dos invitados sobre el significado del concepto de impacto.
En su intervención, Antonio González, CEO de Impact Hub Madrid, señaló que «el concepto del impacto se está convirtiendo en el paraguas que aglutina muchas realidades diversas, pero que muestran que se está produciendo un gran cambio a nivel de modelo económico». Por su parte, Arancha Martínez CEO y co-fundadora de Comgo expresó: «Personalmente prefiero hablar más de transformación social que de impacto, ya que este último puede generar confusión. Creo que hablar de estos conceptos y del ecosistema de impacto es algo bastante exclusivo y que deja afuera a muchas personas y organizaciones».
Tras las reflexiones iniciales sobre el concepto, Raúl Sánchez guió el debate hacia las preguntas: ¿Cómo medir el impacto positivo? ¿Las empresas están midiendo su impacto? «Es importante tener claro qué es impacto social, cómo se mide y generar patrones comunes. Esto obviamente ayudará a la comprensión del concepto y colaborará en implementar acciones concretas», expresó Raúl Sánchez. Ante ello, Arancha Martínez destacó que muchas empresas actualmente están midiendo su impacto social y medioambiental a través de sus reportes de sostenibilidad, pero que estos no se rigen por un marco común y por ello en muchas ocasiones se genera una narrativa falsa de impacto social.
¿Existe un marco regulatorio que diga lo que es el impacto social y cómo se mide? ¿Es necesario que se generen facilidades institucionales y fiscales para que las empresas se sumen a este cambio? «Hay que dar facilidades y esto depende de un marco regulatorio que simplifique este proceso. Hasta ahora no existe ese marco, pero justamente estamos trabajando en ello” reflexionó Raúl Sánchez, que concluyó que “en definitiva, la administración pública juega un rol clave en esto». En esa misma línea, Antonio González consideró que “sin duda se necesita una narrativa común sobre este nuevo modelo, pero también existe la preocupación de que pueda resultar demasiado restrictiva y que las personas no logren identificarse con ella… La administración pública es clave en este proceso”.