Misión Madrid: cero emisiones antes de 2030

Misión Madrid: cero emisiones antes de 2030

En el marco de la misión europea “100 ciudades climáticamente neutras e inteligentes en 2030”, Madrid fue seleccionada junto a otras seis ciudades españolas (Barcelona, Valencia, Sevilla, Vitoria, Valladolid y Zaragoza) para liderar y acelerar el proceso de transformación hacia ciudades más seguras, saludables, sostenibles y prósperas.

A través de la Misión, Madrid actuará como un centro de experimentación e innovación para contribuir a que el total de las urbes europeas elimine sus emisiones de gases de efecto invernadero en 2050.

El pasado 15 noviembre, en la Casa Encendida celebramos el evento COMPROMISO CON EL CLIMA: MISIÓN MADRID. Esa tarde, que estuvo llena de energía y activismo, ciencia y sentido de comunidad, hablamos de la Misión Europea, cómo nos afecta en España y en Madrid y cómo todas las personas podemos colaborar.

Este evento, comisariado por Zuloark y Antonella Broglia, está organizado por La Casa Encendida junto al Ayuntamiento de Madrid, The Democratic Society y el Centro de Innovación en Tecnología para el Desarrollo Humano de la Universidad Politécnica de Madrid. Con la colaboración de C40-CITIES, Laudes Foundation y el EIT Climate-KIC.

Crónica del evento

Aunque el evento dio comienzo a las cuatro de la tarde con una inspiradora introducción de Antonella Broglia, presentadora y encargada de comisariar el evento junto a Zuloark, 100 alumnos del instituto Ponce de León y el instituto Ciudad de los Ángeles realizaron varios talleres durante la mañana en el patio de La Casa Encendida. Gabriela y Aitana, alumnas del Ponce de León, fueron las encargadas de resumir al público qué compromisos adquirieron y cuáles fueron las misiones en las que decidieron trabajar durante la jornada.

En su intervención, Julio Lumbreras retomó la introducción a la Misión y destacó el trabajo que tanto Madrid como Barcelona, Valencia, Sevilla, Zaragoza, Vitoria y Valladolid están haciendo ya para caminar hacia la neutralidad climática. “Pero las ciudades no pueden hacer todo este trabajo solas”, continuaba, y añadía que todos los sectores de la sociedad deben colaborar entre sí para lograr este objetivo común.

También se presentaron varias iniciativas llamadas “micromisiones” en las que ciudadanas e instituciones se han unido para lograr la Misión Madrid a menor escala y contribuir con proyectos que se piensan para su futura transformación climática como polígonos industriales, equipamientos públicos o escuelas en cuyos entornos predomine la naturaleza, el juego y la convivencia.

Representando a la Subdirección de Energía y Cambio Climático del Ayuntamiento de Madrid, Luis Tejero introdujo la primera de estas micromisiones: lograr lugares públicos resilientes. Polideportivos, centros de mayores, escuelas… Todos pueden servir como lugares clave durante momentos de crisis, como las olas de calor, al igual que como lugares de celebración para las comunidades.

Como ejemplo de una infraestructura pública resiliente, Nuria Hernández nos puso de ejemplo el colegio público Valle Inclán, donde es maestra. En un proyecto financiado por el Ayuntamiento de Madrid y co-diseñado por profesores, niños y niñas y sus familias, y entidades relacionadas con el colegio, transformaron el patio del colegio en un lugar donde estuvieran a gusto y donde las posibilidades fueran infinitas.

Irene García y Marta Román son las líderes de otra de las micromisiones que se presentaron: el cuidado y pacificación de los entornos escolares. El objetivo no es solo mejorar la vida de los niños y niñas que los frecuentan, sino generar espacios verdes en los barrios que impulsen las relaciones entre las vecinas y vecinos que los habitan.

Sirviendo como ejemplo de estas dos micromisiones planteadas y conectado directamente desde Chicago, el sociólogo americano Eric Klinenberg explicó al público cómo los espacios comunes como escuelas, bibliotecas o parques nos unen e incluso nos sirven de refugios climáticos, tal y como detalla en su libro “Palacios del pueblo”.

La tercera micromisión planteada puso el foco en el siguiente dato: solo el 3% de toda la financiación filantrópica en el mundo va destinada al medioambiente. Isabelle Le Galo, directora general de Fundaciones por el Clima, lo contaba de esta manera.

Alexandra Delgado fue la representante de la última de las micromisiones de la tarde: “Polígonos vivos”, que se localiza en Villaverde. ¿Cómo transformar el distrito en uno “cero emisiones”? Comenzó con los sueños de los y las vecinas y continuó con el trabajo conjunto de varias organizaciones de diferente índole.

Mar Moralejo presentó “Barrios Productores”, una iniciativa nueva para Madrid que pretende generar empleo sostenible en torno a los huertos urbanos y poner 200 suelos sin utilizar al servicio de la ciudadanía madrileña. Y sobre todo: un proyecto que afiance la relación entre las personas y el medio natural en pleno corazón de la ciudad.

La jornada terminó con uno de los ejes principales que vertebran cualquier misión: la participación ciudadana. Nuria, Jana y Conchi, que fueron 3 de las 100 personas elegidas el año pasado para participar en la primera Asamblea Ciudadana por el Clima celebrada en España, relataron la experiencia que vivieron.

En el marco de la misión europea “100 ciudades climáticamente neutras e inteligentes en 2030”, Madrid fue seleccionada junto a otras seis ciudades españolas (Barcelona, Valencia, Sevilla, Vitoria, Valladolid y Zaragoza) para liderar y acelerar el proceso de transformación hacia ciudades más seguras, saludables, sostenibles y prósperas.

A través de la Misión, Madrid actuará como un centro de experimentación e innovación para contribuir a que el total de las urbes europeas elimine sus emisiones de gases de efecto invernadero en 2050.

El pasado 15 noviembre, en la Casa Encendida celebramos el evento COMPROMISO CON EL CLIMA: MISIÓN MADRID. Esa tarde, que estuvo llena de energía y activismo, ciencia y sentido de comunidad, hablamos de la Misión Europea, cómo nos afecta en España y en Madrid y cómo todas las personas podemos colaborar.

Este evento, comisariado por Zuloark y Antonella Broglia, está organizado por La Casa Encendida junto al Ayuntamiento de Madrid, The Democratic Society y el Centro de Innovación en Tecnología para el Desarrollo Humano de la Universidad Politécnica de Madrid. Con la colaboración de C40-CITIES, Laudes Foundation y el EIT Climate-KIC.

Crónica del evento

Aunque el evento dio comienzo a las cuatro de la tarde con una inspiradora introducción de Antonella Broglia, presentadora y encargada de comisariar el evento junto a Zuloark, 100 alumnos del instituto Ponce de León y el instituto Ciudad de los Ángeles realizaron varios talleres durante la mañana en el patio de La Casa Encendida. Gabriela y Aitana, alumnas del Ponce de León, fueron las encargadas de resumir al público qué compromisos adquirieron y cuáles fueron las misiones en las que decidieron trabajar durante la jornada.

En su intervención, Julio Lumbreras retomó la introducción a la Misión y destacó el trabajo que tanto Madrid como Barcelona, Valencia, Sevilla, Zaragoza, Vitoria y Valladolid están haciendo ya para caminar hacia la neutralidad climática. “Pero las ciudades no pueden hacer todo este trabajo solas”, continuaba, y añadía que todos los sectores de la sociedad deben colaborar entre sí para lograr este objetivo común.

También se presentaron varias iniciativas llamadas “micromisiones” en las que ciudadanas e instituciones se han unido para lograr la Misión Madrid a menor escala y contribuir con proyectos que se piensan para su futura transformación climática como polígonos industriales, equipamientos públicos o escuelas en cuyos entornos predomine la naturaleza, el juego y la convivencia.

Representando a la Subdirección de Energía y Cambio Climático del Ayuntamiento de Madrid, Luis Tejero introdujo la primera de estas micromisiones: lograr lugares públicos resilientes. Polideportivos, centros de mayores, escuelas… Todos pueden servir como lugares clave durante momentos de crisis, como las olas de calor, al igual que como lugares de celebración para las comunidades.

Como ejemplo de una infraestructura pública resiliente, Nuria Hernández nos puso de ejemplo el colegio público Valle Inclán, donde es maestra. En un proyecto financiado por el Ayuntamiento de Madrid y co-diseñado por profesores, niños y niñas y sus familias, y entidades relacionadas con el colegio, transformaron el patio del colegio en un lugar donde estuvieran a gusto y donde las posibilidades fueran infinitas.

Irene García y Marta Román son las líderes de otra de las micromisiones que se presentaron: el cuidado y pacificación de los entornos escolares. El objetivo no es solo mejorar la vida de los niños y niñas que los frecuentan, sino generar espacios verdes en los barrios que impulsen las relaciones entre las vecinas y vecinos que los habitan.

Sirviendo como ejemplo de estas dos micromisiones planteadas y conectado directamente desde Chicago, el sociólogo americano Eric Klinenberg explicó al público cómo los espacios comunes como escuelas, bibliotecas o parques nos unen e incluso nos sirven de refugios climáticos, tal y como detalla en su libro “Palacios del pueblo”.

La tercera micromisión planteada puso el foco en el siguiente dato: solo el 3% de toda la financiación filantrópica en el mundo va destinada al medioambiente. Isabelle Le Galo, directora general de Fundaciones por el Clima, lo contaba de esta manera.

Alexandra Delgado fue la representante de la última de las micromisiones de la tarde: “Polígonos vivos”, que se localiza en Villaverde. ¿Cómo transformar el distrito en uno “cero emisiones”? Comenzó con los sueños de los y las vecinas y continuó con el trabajo conjunto de varias organizaciones de diferente índole.

Mar Moralejo presentó “Barrios Productores”, una iniciativa nueva para Madrid que pretende generar empleo sostenible en torno a los huertos urbanos y poner 200 suelos sin utilizar al servicio de la ciudadanía madrileña. Y sobre todo: un proyecto que afiance la relación entre las personas y el medio natural en pleno corazón de la ciudad.

La jornada terminó con uno de los ejes principales que vertebran cualquier misión: la participación ciudadana. Nuria, Jana y Conchi, que fueron 3 de las 100 personas elegidas el año pasado para participar en la primera Asamblea Ciudadana por el Clima celebrada en España, relataron la experiencia que vivieron.